Sensores Inteligentes en el espacio de oficina

El uso de soluciones tecnológicas en el espacio de las oficinas se ha convertido en una tendencia creciente en los últimos años. Concretamente, el uso de sensores inteligentes para optimizar el uso del espacio, la distribución de energía y la gestión de las instalaciones se está convirtiendo en una tendencia creciente en el mercado de oficinas. Actualmente, hay una serie de usos para estos sensores, ya que proporcionan una variedad de datos en tiempo real – incluyendo datos de sonido, luz, temperatura, niveles de humedad, ocupación y, por último, la forma en que las personas interactúan en un espacio. Serán estos datos que proporcionaran una visión completa de un espacio y desempeñar un papel importante tanto en la forma en que se gestionan estas oficinas como en la forma en que se diseñan.
Algunos beneficios ofrecidos por esta tecnología incluyen:
- Maximizando el conocimiento del espacio de la oficina: Estos sensores tienen el potencial de revolucionar la forma en que gestionamos los espacios. Nos pueden permitir el análisis de fuentes de datos aún más ricas, armándonos con la información que necesitamos para obtener una visión más realista del entorno operativo. Identificando tendencias y proporcionando información a los administradores para impulsar mejoras y reducir ineficiencias.
- Impulsar la productividad en la gestión de las instalaciones: Los sensores de edificios y lugares de trabajo apoyarían la gestión de instalaciones a través de su conexión directa con los sistemas de gestión de edificios. Los datos de los sensores pueden activar las notificaciones a un equipo de gestión de instalaciones sobre los posibles requisitos de mantenimiento, lo que permite a estos gestores reaccionar ante cualquier incidente en tiempo real. Además, este concepto de mantenimiento proactivo/predictivo, habilitado por estos sensores inteligentes, también permitiría a estos gestores planificar mejor sus horarios – aumentando su eficiencia de servicio.
- Ahorro de energía: Los datos en vivo pueden decirnos dónde se está utilizando la energía y al hacer un seguimiento continuo y recoger estos datos, se puede identificar el desperdicio y el potencial ahorro de energía. También se pueden utilizar sensores para gestionar y mantener los sistemas, con monitores capaces de detectar cualquier problema y apagar cualquier sistema cuando no esté en uso. Otros dispositivos de ahorro de energía son los sensores que vigilan y miden la temperatura o los que detectan cuando una ventana o puerta se deja abierta. Al combinar los datos de ocupación, los datos de temperatura y el estado de la distribución de la energía en un edificio, los administradores de las instalaciones tendrán una imagen mucho más clara de cómo se puede aumentar la eficiencia energética.
Examinando los beneficios de estas soluciones, está claro que los sensores inteligentes tienen un futuro dentro del espacio de oficina. Esto se refiere especialmente a la optimización del uso del espacio y al aumento del bienestar/comodidad de los usuarios. Varias soluciones han inundado el mercado, pero parece que todavía hay una lenta tasa de adopción. Dicho esto, a medida que la tecnología continúa desarrollándose, los costos han comenzado a reducirse, y las herramientas que proyectan, analizan y registran los datos son cada vez más avanzadas.